Las personas están a cargo de su propia seguridad y bienestar financiera, en donde cada día se enfrentan a nuevos retos y cambios tecnológicos e instrumentos financieros cada vez más complicados. Sin embargo, existen evidencias en las cuales las personas no están en la capacidad de tomar decisiones de ahorro e inversión acertadas, es por ello que la educación financiera beneficia. En efecto, proporciona a las personas la capacidad de procesar información económica y tomar decisiones informadas sobre la planificación financiera, acumulación de capital, solventar deudas y pensiones, con el fin de estabilizar su situación económica.

 

Por otro parte, es crucial para inclusión financiera, ya que permite a la población adquirir aptitudes, habilidades y conocimientos que permitan comprender, administrar y planear sus finanzas personales, con el fin de usar adecuadamente los productos y servicios que ofrece el sistema financiero. De cierto modo, contribuye a diferentes propósitos en la que establece la confianza en el sistema financiero, las personas conocen nuevos productos y servicios, pueden mitigar riesgo de sobreendeudamiento además de conocer los derechos como consumidores financieros.